Es larga la lista de medicamentos que al ser probados para el tratamiento de una enfermedad demuestran ser efectivos para el alivio de otra completamente diferente. Quizás el caso paradigmático sea el del Viagra: diseñado para controlar la hipertensión arterial, terminó siendo un buen aliado de los varones que sufren de disfunción eréctil.
Ahora, algo similar parece estar pasando con los inhibidores de la Cox-2, un grupo de drogas que se emplean para el tratamiento de afecciones reumáticas. Un estudio realizado por cardiólogos argentinos y publicado recientemente en la prestigiosa revista Circulation aporta los primeros datos en favor del uso de un integrante de esta familia, el meloxicam , en pacientes coronarios con angina de pecho que no responden a la terapéutica convencional.
"En los pacientes tratados con meloxicam sumado a la medicación tradicional, comprobamos una disminución del 50% de las complicaciones trombóticas, como dolor de pecho, infarto de miocardio y la necesidad de realizar una angioplastia o un by-pass coronario", dijo a LA NACION el doctor Raúl Altman, director del Centro de Estudios Médicos y Bioquímicos del Centro de Trombosis de Buenos Aires y autor principal del estudio.
"Con la introducción de los inhibidores de la Cox-2, imprimimos un nuevo sentido al tratamiento de las enfermedades coronarias trombóticas", comentó este investigador
Tanto es así que el estudio publicado en Circulation fue acompañado por un editorial en el que se señala que sus resultados alentadores "deberían ser considerados como generadores de hipótesis" para ser testeadas en ensayos clínicos en gran escala.
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