domingo, 9 de octubre de 2011

Ejercicio, Arterias jovenes

Las arterias de los atletas viejos se comportan en forma similar a las de las personas que tienen la mitad de su edad, de acuerdo a un nuevo estudio aparecido en Circulation, la revista de la American Heart Association (Taddei Stefano y col. Circulation.2000;101:2896)
Un grupo de investigadores estudió individuos sedentarios y atletas, en ambos casos jóvenes y añosos. En el grupo de jóvenes sedentarios y de jóvenes atletas la edad promedio era 27 años. La edad promedio del grupo de personas añosas era de 63 años entre los sedentarios y 66 años entre los atletas. El estudio mostró que en los atletas añosos (66años de edad promedio) las arterias funcionaban tan bien como en cualquiera de los dos grupos de individuos jóvenes (atletas o sedentarios) y se observó que la actividad física regular y constante puede proteger a las arterias de los cambios que produce el envejecimiento.
En las arterias sanas y jóvenes, se produce una sustancia denominada óxido nítrico que ayuda a dichas arterias a dilatarse cuando el corazón necesita mas sangre. El óxido nítrico también protege a las arterias de la ateroesclerosis y de la formación de coágulos (trombos) en su interior que los pueden bloquear total o parcialmente y provocar ataques coronarios (infarto, angina de pecho o angor). La edad provoca alteraciones en las arterias que las hace más proclives a la ateroesclerosis y trombosis. Estudios previos han mostrado que hay una asociación entre envejecimiento, desarrollo de ateroesclerosis y falta de respuesta adecuada de las arterias a las necesidades de oxigenación. También se ha demostrado que el ejercicio puede lograr que las arterias mejoren se dilaten mejor y permitan una oxigenación mejor aún en pacientes con insuficiencia cardíaca crónica.
En el presente estudio los investigadores estudiaron la respuesta de las arterias a la administración de acetilcolina, que es una sustancia que causa dilatación de las arterias siempre y cuando se produzca óxido nítrico adecuadamente. Los individuos jóvenes fueran sedentarios o atletas mostraron una respuesta fuerte y similar a la acetilcolina y sus arterias se dilataron. Entre los individuos añosos, aquellos que eran atletas mostraron una dilatación de sus arterias mayor a la que se obtuvo entre los individuos añosos de vida sedentaria.
El ejercicio y ciertas vitaminas (por ejemplo la vitamina E y la vitamina C) ejercerían su acción benéfica mediante el denominado efecto antioxidante.
No es necesario ser un atleta y menos aún combinar deportes para recoger los beneficios del ejercicio físico. Bastaría con caminar regularmente algo mas de 2,4 kilómetros para reducir el riesgo de enfermedad cardíaca, o realizar algún ejercicio aeróbico 5 dias por semana, según otro artículo publicado en la revista Circulation.

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